La vida de una tica en el país de los vikingos: Noruega (FOTOS)

Hace dos años la familia de Anita Hernández se mudó al país de los vikingos: Noruega. Desde este punto se aprecian auroras boreales en octubre y noviembre. Ella misma nos cuenta cómo ha sido su experiencia.

“En abril cumplo 2 años desde que nos mudamos a Noruega. Ha sido una experiencia transformadora porque pasamos muchos años soñando y preparándonos para una oportunidad como esta. Estamos muy felices”, relata Anita.

Y continúa: “A mi esposo se le presentó una oportunidad de trabajar en Oslo y nos vinimos, nosotros dos, mi hija y los dos perros”.

A continuación en primera persona ella nos relata su vida desde el país escandinavo que incluye montañas, glaciares y profundos fiordos costeros.


“Estoy enamorada de Noruega, un país con una ciudad (Oslo) pequeña, tranquila y rodeada de naturaleza.

Ha sido un proceso de adaptación que aún está en marcha. Empezar de cero no es fácil y acá es un mundo diferente. Otro idioma, clima, la gente es muy diferente también, la comida, la cultura, todo en general. Ha tocado reinventarse como persona, como mujer, como esposa y hasta como madre, porque el rol acá es muy diferente, eso era algo que no esperaba y al principio fue se lo que más me costó.

Igualdad y seguridad

Como mujer ha sido increíblemente empoderador venir a vivir acá. La cultura es muy diferente, el tema de equidad es muy notorio. No se escuchan comentarios machistas, no hay miradas acosadoras ni “piropos”, por lo que ha sido una de mis partes favoritas. No se siente que hay que pelear por ser respetada, se siente el respaldo de la sociedad y eso es muy liberador.

Es muy seguro, puedo caminar a todas horas sin temor, mi hija sale y no hay preocupación. Al principio sí, por supuesto, pero poco a poco hemos ido aprendido a “soltarla”. Me ha ayudado hablar con otros papás y mamás de sus compañeros del colegio.

Sin contacto visual por la calle

La gente es muy reservada. Son muy amables, así que si uno necesita algo, están ahí para ayudarme, pero la sensación es que no quieren nuevos amigos, y esto no por ser yo inmigrante, es que es cultural.

Las amistades las hacen desde el colegio, y son las que mantienen a lo largo de su vida. No hay contacto visual en la calle por ejemplo, eso me costó al principio, cada quien va en sus asuntos y si uno les sonríe o saluda se nota lo mucho que les incomoda, no saben muy bien cómo reaccionar y no lo entienden.

Los retos

El idioma ha sido difícil para mí, pero ya puedo mantener conversaciones y eso me motiva mucho a seguir aprendiendo, actualmente estoy llevando un curso para mejorar. Por suerte todos hablan inglés y muy bien, así que para venir como turista eso es muy cómodo.

El clima es muy diferente. En verano los días son muy largos, oscurece sólo unas pocas horas y eso es una experiencia increíble. Esos días no hace tanto frío (depende de la zona en que se viva, pero acá en Oslo incluso puede llegar a 30 grados unos pocos días).

Por otro lado, en invierno es muy oscuro. Son como cinco horas de luz nada más y eso es duro. Ha sido lo que más me ha costado, porque vivir en tanta oscuridad hace que uno se sienta cansado todo el tiempo.

Uno sale en la mañana y parece que es media noche y regresa en la tarde y también. Y además de la oscuridad, en esta época se ve muy poco el cielo azul porque se mantiene nublado todo el tiempo, lo que hace que se vea todo más oscuro.

El sol no sube en el cielo, se mantiene abajo como un atardecer por las pocas horas que sale. Pero eso también tiene su encanto, todas las casas y apartamentos están iluminadas y eso da un ambiente navideño muy bonito.

Como el clima cambia tanto, las necesidades también. Productos diferentes de cuidado personal para cada estación, diferentes tipos de ropa y cosas por el estilo. No toca sólo adaptarse al país, sino a cada una de sus estaciones. lo cual también es hermoso, porque un mismo lugar se vive de forma diferente dependiendo de la época del año.

Senderismo por doquier

Como vivimos a 15 minutos de la capital de Noruega, Oslo, el bosque está muy cerca. ¡Eso me encanta! Además vivimos a 50 metros del río Akerselva, que atraviesa todo Oslo, entonces está lleno de senderos donde es hermoso salir a caminar. Es el país soñado para los amantes del senderismo.

Los noruegos son súper activos, siempre están ejercitándose, comiendo bien. Es su modo de afrontar los cambios del clima, diferentes actividades físicas en el exterior en cada estación, pero siempre están afuera. No dejan que el clima les impida, ellos dicen que no hay mal clima, sólo mala preparación. Eso es muy inspirador. Yo estoy intentándolo.

Cada miércoles salgo a trotar con un grupo de papás y mamás del colegio de mi hija, así llueva, neve o esté congelado. Anoche salimos a -10, subimos desde la zona del colegio hasta una montaña cercana que se llama Grefsenkollen, aproximadamente hora y media (ida y vuelta), pero aprendo montones en esos ratos y ha sido el espacio en donde le he ido perdiendo miedo al frío”.

Un poco más sobre Noruega

Noruega es uno de los países más ricos del mundo por la exportación del petróleo, además por poseer posiciones en propiedad en sectores industriales, con gas natural, minerales, mariscos y agua dulce.

Al igual que Costa Rica, Noruega fue elegido como el país más feliz del mundo teniendo en cuenta como criterios, la libertad, el bienestar, la salud y  la generosidad. 

Si deseas conocer más de Noruega ingresa a: www.visitnorway.es

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